En el 2021, seis raperos cubanos consiguen reescribir la historia de su país en una batalla lírica por los derechos humanos a través de una canción, "Patria y vida", provocando una revolución en las calles y un fenómeno en las redes sociales. La canción está prohibida por el régimen cubano, quien ha condenado a 9 años de prisión al único rapero que permanece en la isla y ha forzado a los demás a un destierro.