Octubre de 1951, Guerra de Corea. La Operación Comando empuja a las fuerzas chinas más allá de la Línea de Jamestown, un frente de nueve kilómetros al norte del paralelo 38 que permite a los aliados apoderarse de una posición defensiva clave, una serie de colinas fortificadas con trincheras, puestos de avanzada y alambres de púas. Sin embargo, solamente un mes más tarde, los soldados aliados tenían cada vez más claro que sus enemigos intentarían recuperar la posición perdida. El dos de noviembre, un pequeño pelotón del ejército canadiense formado por 28 soldados aguanta como puede las acometidas del enemigo. Durante ocho horas de enconada lucha, repelen la ofensiva de cerca de un millar de soldados chinos.