María Estuardo abandona Francia y regresa a Escocia, dispuesta a ocupar el trono del que es heredera. Pero los conflictos se acumulan: la nobleza le es hostil, comenzando por su medio hermano el conde de Moray, y su apego al catolicismo choca con la fe que predica John Knox, fundador de la Iglesia presbiteriana en Escocia. Por otro lado, su prima Isabel Tudor, hija ilegítima de Enrique VIII, teme que reclame la corona inglesa. Su único aliado es el conde Bothwell, comandante de las tropas escocesas, de quien se enamora.