Francia, siglo XVIII. Louis de Bourguignon abandonó la banda de Malichot, porque consideraba que sus métodos eran inmorales. Creó entonces su propia banda, y bajo el nombre de Cartouche se dedicó a robar audazmente a los ricos, repartiendo después el botín entre los pobres. Así fue cómo consiguió el aprecio y la admiración de la gente, pero también el rencor de la policía y de sus viejos compinches.